viernes, 28 de noviembre de 2014

Alina VERGARA DE CHÉRIGO - EVITE LOS SIETE ERRORES CAPITALES

MANTÉNGASE FIEL A SUS ARGUMENTOS:
EVITE LOS SIETE ERRORES CAPITALES



En el paso 6 de su libro GANAR SIEMPRE, Lis Wiehl, profesora de Derecho de la Escuela de Derecho de Nueva York y de la Universidad de Washington, nos plantea la importancia de mantenerse fiel a sus argumentos.  Ella nos dice que “la fidelidad a sus argumentos no solo constituye una cuestión de integridad, sino también la clave para el éxito de su defensa”.

Es decir, que este planteamiento trasciende los principios éticos que rigen el sistema penal y afecta directamente la eficacia de la defensa de un caso.

Ella identifica lo que denomina siete errores capitales en su presentación:
1.    Abandonar, alejarse o desviarse de su tesis.
2.    Generar expectativas que no pueda cumplir.
3.    Añadir a última hora cargos o acusaciones que puedan volverse en contra de sus argumentos.
4.    Recurrir a pruebas basadas en testimonios indirectos.
5.    Realizar definiciones subjetivas.
6.    Extraer falsas conclusiones.
7.    Exteriorizar sentimientos de forma incontrolada.

El abogado litigante, sea defensor o fiscal, debe estructurar o diseñar su Teoría del caso. Sobre la base de esta teoría, que incluirá elementos fácticos, jurídicos y probatorios, el abogado planteará sus argumentos.

En algunos casos, nos dice la autora, podemos sentir la tentación de desviarnos del enfoque planificado, introduciendo pruebas tendenciosas o variando nuestros argumentos iniciales.  Esta conducta resulta perjudicial para nuestro caso.

También lo es generar en el juez expectativas que no pueda cumplir. Es importante no desviar nuestra argumentación de los elementos probatorios que sustentan nuestra Teoría del Caso.

Tampoco es conveniente desviarnos de nuestra teoría fáctica, incluyendo hechos que no vienen al caso o acusaciones adicionales que no están en el plan que nos hemos trazado.

La Doctora Weihl, nos advierte acerca de los peligros de los testimonios indirectos o de oídas cuando nos dice que si vamos a tomarlos en cuenta debemos cerciorarnos de que ninguno pueda arruinar nuestros argumentos.

También analiza el hecho de realizar definiciones subjetivas que se alejen de nuestra teoría fáctica y abran la posibilidad a interpretaciones y recusaciones.

El abogado litigante no puede caer en la trampa de extraer falsas conclusiones o mentir, aun cuando crea que esto puede ayudarlo. Esta conducta no solo es incorrecta sino inmoral. No debe especular, sacar conclusiones precipitadas ni realizar  predicciones.

Es importante tomar en cuenta que la presentación efectiva de nuestros argumentos ante el juez puede ser afectada por una reacción visceral en la que exterioricemos sentimientos en forma incontrolada.

Bajo la presión que produce el encontrarnos ante un juez y ante nuestro oponente, solo ceñirnos a nuestra teoría del caso y evitar los siete errores capitales nos permitirá mantener el control de la situación.

Si en el calor de la discusión caemos en “un bache”, se recomienda la aplicación de tres tácticas para volver a coger el rumbo: Tomarse un tiempo para calmar los ánimos;  mantener una carta final que jugar; y convertir cuidadosamente un sentimiento en una afirmación, para impedir que este sea más que uno mismo. Toda nuestra estrategia en juicio debe tener como base el control. 
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